sábado, 12 de abril de 2008

LAS ESTACIONES DE ARTE RUPESTRE EN EL VALLE MIÑOR

Estamos sin duda, ante la continuación lógica de la gran cantidad de estaciones rupestres localizadas en nuestro valle del Fragoso y que nos muestran en el valle vecino, una cantidad importante de grabados rupestres en cada uno de los municipios que integran la citada área geográfica.
Si podemos decir que la mayoría de las pequeñas parroquias que integran el valle, tienen diversas piedras con grabados, de mayor o menor consideración, por sus dimensiones, motivos o estado de conservación, sobresaliendo la parroquia de Chandebrito, en Nigrán, las dos grandes estaciones que poseemos en este valle y que de una forma casi lo delimitan, por el norte y sur, son la de "Pedra das Procesións" y las de "Os Lameiros", respectivamente.
La primera a la que nos hemos referido en otro comentario en este blog, si encuentra en la parroquia de Vincios (Gondomar) y es de una importancia extraordinaria para toda el mundo del arte rupestre, por la gran cantidad de representaciones de armas que posee su superficie y la espléndida espada que domina toda la composición, que podemos considerar la de mayor tamaño localizada hasta ahora en todo el mundo. También hay que recordar que en las inmediaciones de esta estación de encuentran otras con otras grabados de armas que hacen única esta zona geográfica.
La segunda estación, la tenemos localizada en la parroquia de Baiña (Baiona) y en ella nos vamos a encontran con numerosas piedras que presentan diferentes tipos de grabados en sus superficies, abundandos los de temática geométrica, menos en el gran panel, en que podemos contemplar una extraordinaria y abundante representación de zoomorfos, que unida a la singularidad de que en donde fueron realizados los grabados con reprsentaciones de animales, se hallan en una pared inclinada en un gran batolito granítico, le dan al conjunto una increíble belleza estética a la vez que tenemos la impresión ( y pienso que cuerta) que nos las personas que han realizado esas insculturas, nos están narrando uno o varios episodios en un lenguaje que hasta la actualidad aún no sabemos descifrar con certeza absoluta. Así lo podemos ver, en la fotografía que reproducciones y que debemos a nuestro amigo, Xosé Couñago, en la que podemos contemplar en todo su esplendor ( las figuras están realzadas con talco blanco ) el conjunto a que nos estamos refiriendo. También aquí podemos decir que nos encontramos ante una de las piedras que poseen un mayor número de representaciones de animales de todo el continente europeo.
No quiero finalizar este breve comentario sobre el arte rupestre en el valle Miñor, sin pasar por alto, el descubrimiento de un posible asentamiento calcolítico con alguna piedra con grabados prehistóricos, posiblemente datables a esa época, hace escaso tiempo en la zona alta de "Chan do Cereixo" y que podrán aportar nuevos datos sobre las personas que realizaron este tipo de grabados y su contexto social, religioso, económico, etc., y que hoy por desgracia no conocemos como debíamos.
Por todo lo expuesto y más que no he estimado comentar, para no alargar demasiado estas líneas, considero que por parte de los estudiosos de este tema en esta zona geográfica en concreto, debería procederse a realizar un trabajo intenso sobre ello, llegando a la edición de un libro en que se mostraran al gran público en general y al amante de la arqueología, como a los investigadores de las universidades y museos, tanto nacionales como extranjeras, la riqueza de este conjunto y contribuir con ello a su divulgación.